Viaje a Nunca Jamás
(Diario de
viaje, Lautaro 1989)
1
Vendí mis
libros y empeñé un reloj de oro
De mi abuelo
con tal de reunirme con mis amigos
En la
estación central de Santiago
Y
abordar el vagón de tercera clase
del tren
nocturno hacia al país de nunca jamás
2
Hotel France
Laberinto de
carteles
Cielo
cubierto con bandejas de huevos
bajo el
puente de Guacolda el río pasa lento
Como una
yunta de bueyes
Nadie se
acuerda del poeta
La gente nos
mira como extranjeros
Cuando el
tren pasa con niños hacia Villarrica
con sombreros y globos de colores
Hasta
perderse bajo el parpado nevado del volcán.
3
Un muchacho
del pueblo
Entra con un video bajo el brazo
Mientras
orino en el excusado del hotel
con las puertas entreabiertas
con las puertas entreabiertas
Mirando las
camas de las putas
4
Don Mario nos pone palos extra
En nuestra
caja de fósforos vacía
5
Lautaro sin lluvia
La luna
entre los alambres
Como un
boxeador ebrio y trasnochado
Cuando las
primeras luces de la ciudad se encienden
Y yo prendo un cigarrillo podrido por la humedad
6
La poesía
nos salva
Hoy se
comerán letras
7
Como si la
poesía no pudiese pudrirse
Hay que
matar a todos los poetas
Hay que
enterrarlos a todos vivos
Perquenco
Minerva Teillier Leme
(Prima de
Jorge)
Esquina de
municipalidad
dos cuadras
al norte.
8
Frente al
Hotel Plaza
Una niña
rubia juega en el columpio
A subir cada
vez más alto
Como si
supiera que alguna vez
Su pelo se
enredará con el sol.
9
Carta
Patricia:
Mi amor, te escribo desde el sur
Región de
lagos y volcanes
Donde la
vegetación exuberante
Con su
sombra inmóvil borra
La diminuta
huella del hombre
Y sólo el
llanto de las codornices
En los
campos extensos se confunde
Con el
lamentar de este pastor porteño
Perdido
entre los indios buenos
10
En un
colegio de Ultra Cautín
Alojamos por
la noche
Mientras las
aves pastan
En el campo
de fútbol
12
Como en el
poema un borracho mendigo
Insulta a garabato limpio a los turcos de la calle O´Higgins.
13
Mi amigo
obligado a velar su rollo de fotos
Por retratar la vaca del regimiento frente a la plaza de armas
14
La casa del
poeta tiene nuevos moradores
Que nos
permiten entrar y sentir por única vez
Las huellas
del fantasma
Y las de
nuestros pasos sobre de las tablas que crujen
15
Que desde
hoy existen en biblioteca municipal de Lautaro
Mientras el
poeta muerto
brilla por su ausencia
brilla por su ausencia
(Lautaro, 13 septiembre de 1989)
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