Poemas Impublicables

sábado, 29 de agosto de 2009


El viejo del patio

Marcerro Aranxibia


1


Vivo en departamento

Cuando voy a la casa de mis padres


Me quedo por horas en el patio

Hasta que la maleza me cubre.


2


Soy el viejo del patio y me entretengo en mirar

Los gatos rubios y a romano de otros techos


Cuando se acurrucan como niños bajo al sol

Y el pequeño perro chino me muestra sus dientes ganchudos


Estoy sentado en un sillón plástico, bajo un quitasol

Haineken


Tengo una radio a pilas y un pedazo de terreno baldío

Donde una mosca verde se para mi zapato


Mientras escribo poemas en un cuaderno de cáscaras naranjas.


3


El jardín desapareció después que

Mis padres murieron


Y mis hermanos separaron en partes iguales

Con un muro de tablas resecas picadas

por termitas


y aunque lo hemos intentado echar abajo

tiene más raíces que la muralla china


4


Como un caracol azul

Que babosea en la tabla


Así me paseo lentamente

Por el territorio ocupado día y noche


Intentando la pacificación

en este sitio de nadie.


5


La infancia es un sueño inconcluso

El patio donde me gusta jugar.


6


A veces vengo hasta aquí

a mirar dentro del cofre mis joyas falsas


Y desaparezco por meses del lugar

Para no levantar sospechas entre los fantasmas.


7


Los gatos se pasean por el esqueleto de la higuera

Que está al fondo del patio


Y hacen caer los frutos secos como meteoritos

Mientras los perros lamen el oro verde de los higos


8


Cuando pregunto por mis padres muertos

Son ellos mismo los que me contestan desde el interior de la casa

Que de inmediato debo ir con el perro a comprar el pan


9


Antes hubo árboles frondosos

Un jardín lleno de cardenales


Un palto seco y una gruta para la virgen

Que mis hermanas sacaron de su pedestal


Porque después de varias separaciones

Ya no creen en el amor eterno.


10

.


En este patio hay huesos mordidos

tras el pasto seco tablas podridas


Tierra con orín de gato

Aquí falta un gallo sobre el alambre

de la ropa


Alguien que se haga respetar

y obligue a utilizar los troncos de árboles

como baños públicos.


11


Los gatos vienen de otros mundos

A robar la comida de los perros


Me miran indiferentes mientras escribo

Bajo el quitasol heineken


Juegan con mis poemas arrugados hecho bolas

Y desaparecen tras el muro


Entonces para darme ánimo me digo

Los gatos sólo saben leer las hojas de los árboles.


12


Nos metíamos bajo la casa de mi abuelo

a intrusear

A gachas recorríamos ese interior oscuro


Donde había piedras, latas, cachureos varios

No sé qué buscábamos con tanto ahínco


Talvez el hacha con la que saltó sobre la cubierta del Huscar

Detrasito de Prat- según nos dijo-


Aunque mi abuela sabía que en sus años mozos

Sólo había sido marino de agua dulce.


13


Mi abuelo leía novelas de pistoleros bajo el sol y la luna

O a la luz triste de un paloposte que iluminaba poco


Andaba con sus ojos en duelos en esos villorrios

Donde abatió a varios cuatreros que eran ases en desenfundar


Mi abuelo fue el más rápido lector de novelas de vaqueros

que hubo en el oeste


Y aunque no le trabajo un día a nadie

Nunca sus balas invisibles mataron por la espalda.


14


Aquí aprendí a caminar a puros costalazos

Primero en cuatro patas mirando al perro


O como el gato romano enamorado sobre el muro

mirando a mi vecina


Cuando mi madre tendía la ropa

Las sabanas húmedas y con olor a cloro

nos azotaban el rostro


Mientras jugábamos con la pelota de trapo

corriendo como fantasmas


Metiéndonos goles desde el más allá.


15


Al atardecer el patio era nuestro reino
Arcos marcados con piedras
delimitaban la cancha.


Donde mi hermano era el mejor zurdo del barrio.
Tiro mortífero para cualquier portero


Yo, en cambio, uno más del montón.
Tal vez el que más soñaba


El que mejor empeño ponía en cada zancada
En cada impulso por cabecear la luna.


16


Desde allí con mi hermano elevábamos

volantines y ñeclas parchadas


Pero duraban poco nuestras cambuchas de diario

en la comisión


Porque el hilo bueno y sano se enredaba

en las ramas del durazno

o se cortaba en las latas oxidadas


O en las botellas quebradas

sobre el techo de nuestro vecino


Que cuando encumbraba chilenito

usaba hilo curado.


17


Cuando nos aburríamos del triciclo

Lo girábamos de tal manera que una


De sus ruedas sirviera de manubrio

Y jugábamos a la micro


Mi hermana la adornaba con espejos

Y figuras colgantes


Mi hermano menor siempre era el chofer

E imitaba el sonido del motor


Ordenando las monedas y enrollando los billetes

Miraba por el retrovisor


Yo subía como pasajero y bajaba corriendo

En cualquier sitio


Entonces el mundo se detenía por breves segundos

Lo que no estaba permitido era subir sin pagar.


18


Mis hermanas y sus amigas jugaban

Con platos y tacitas a hacer once


Para ello en pequeños hornos preparaban

Queques de barro y jugo en polvo


Nosotros varias veces por condescender

Comíamos de esos embelecos


Que luego teníamos escupir sin que las niñitas del barrio

se dieran cuenta


No hubiese sido correcto a esa edad

corromper el sueño de las hadas.


19


Sabíamos algo de los caracoles en las calas

De la madreselva que trepaba por la pared

del cortafuego


A veces cortábamos los cardenales rojos


Y adornábamos la gruta de la virgen

Como si fuera una animita milagrosa.


20


Nos gustaba dar vuelta las piedras que

Rodeaban el jardín

Para encontrar chanchitos ciegos


Lombrices gigantes que tras ver el sol

Removidas por una rama


Huían despavoridas hacia el centro

De la tierra donde vivía el julio verne.


21


En este patio hay enterrado varias mascotas

Algunos perros que fueron memorables

y gatos regalones


Una pata blanca que nunca pudimos comer

Y murió de vieja sin chistar


Nadie quería probar sus huevos frescos

por eso guardamos en el momento final

la más absoluta reserva


Sólo asistimos al funeral sus amigos más cercanos

el perro, el gato y toda la familia.


22


En ese patio también di mi primer beso

A una chica del sector

-Como en las películas-


Mi hermana inventaba juegos sabrosos

Consistían en coincidencia con las cabezas

vueltas


Desde ese días supe que la boca de mi vecina

sabía a sandía y dientes largos


Aunque la situación se complicó

Cuando nos obligaron a dar besos con lengua


23


Tal vez lo más trágico que ocurrió

Fue para el golpe militar


Cuando los marinos nos allanaron

La casa varias veces por denuncia

De nuestros vecinos


Nunca encontraron nada

El sargento del pelotón nos ordenó


Ponernos con las manos arriba contra

El muro


Todavía recuerdo la amenaza contra

Mi padre

Desde el patio mirando el mar


24


Mi abuela quería que la enterraran

En el patio

(fue su último deseo antes de morir)


Mi madre dejó entrever lo mismo

Antes de su partida


Pero por fallo dividido la enterramos en el cielo


25


Un neumático en un rincón

Un plato blanco bajo el radiel


Maceteros plásticos, unos palos con clavos

Bolsas de nylon, una abeja en mi pantalón


Aquí por lo menos el perro y el gato son amigos entrañables


Y mis sobrinos sólo se tiran bombas de agua.

Cuando apagan el sol y se hace de noche.


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