Infierno de tierra
Marcelo Arancibia
-¿Qué hace usted? ¿A qué se dedica?
- Soy poeta profesional
- Soy poeta profesional
- ¿Qué es ser poeta profesional?
- Es decir, que a mí me pagan por esto, por escribir poesía.
- ¿Cuánto le pagan?
- Según el poema que escriba
- ¿Cuántos más o menos?
- No sé, a veces mucho, a veces poco, depende.
- ¿Depende de qué?
-De la inspiración que tenga
- ¿Cómo de la inspiración?
- Sí, de la inspiración...- dijo el hombre en forma dubitativa y no supo que más agregar, mientras unas gotas de sudor frío le corrían por la frente.
_¡ Mire, señor! – dijo el guardia con un cierto aire de suficiencia-Está muy bien que usted sea un poeta profesional, se le agradece que escriba poemas u otras leseritas, pero esto es el infierno, entiende y si usted insiste en declarar que es poeta profesional, no habrá más remedio que mandarlo retobado pal' cielo, porque por aquí hay puros aficionados...
-No, no por favor, al cielo no - suplicó el hombre- con cierto aire de desesperación…
-¿Pero cómo hombre, usted acaso, alguna vez estuvo allí?
-Sipo, gancho, si de ahí vengo, po..., no ve como tengo las bolas congelá y la pluma como las tristes…
-Ya pasá, hueón ooh, pero cuidadito que te pillemos reescribiendo hueaás o parodiando a los famosos, porque esos hueones son benditos y tienen más influencia que la cresta…
- jejejejeje…Tan tirso me lo chupáis....
- Es decir, que a mí me pagan por esto, por escribir poesía.
- ¿Cuánto le pagan?
- Según el poema que escriba
- ¿Cuántos más o menos?
- No sé, a veces mucho, a veces poco, depende.
- ¿Depende de qué?
-De la inspiración que tenga
- ¿Cómo de la inspiración?
- Sí, de la inspiración...- dijo el hombre en forma dubitativa y no supo que más agregar, mientras unas gotas de sudor frío le corrían por la frente.
_¡ Mire, señor! – dijo el guardia con un cierto aire de suficiencia-Está muy bien que usted sea un poeta profesional, se le agradece que escriba poemas u otras leseritas, pero esto es el infierno, entiende y si usted insiste en declarar que es poeta profesional, no habrá más remedio que mandarlo retobado pal' cielo, porque por aquí hay puros aficionados...
-No, no por favor, al cielo no - suplicó el hombre- con cierto aire de desesperación…
-¿Pero cómo hombre, usted acaso, alguna vez estuvo allí?
-Sipo, gancho, si de ahí vengo, po..., no ve como tengo las bolas congelá y la pluma como las tristes…
-Ya pasá, hueón ooh, pero cuidadito que te pillemos reescribiendo hueaás o parodiando a los famosos, porque esos hueones son benditos y tienen más influencia que la cresta…
- jejejejeje…Tan tirso me lo chupáis....
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