
Mester de Julería
Marcelo Arancibia
Chile
Como si al devenir su amor
Un río de azul mezclara
Los fríos signos de la muerte
Al claro oscuro del agua
Y en tal suceder el brujo instinto
Un mar tranquilo atormentara
Convirtiendo a mi ardiente vuelo
En ave real y atrapada.
Ningún límite aboliría
Si mi cuchillo pensamiento
No cortara sus alas unívocas
Y el vuelo plural se tornara
En ambigüedad sospechosa
¿Permanecería usted donde está
En aquella región idealizada
Probando en razón la conjetura
De medir por abertura el deseo
Que se me escapa entre las plumas?
Dura y esquiva perla
Tratada por mis manos
Celos de ahogar el alma
A sus ojos vigilados
Sanara en mínimos instantes
El sufrimiento de mi carne
Cuando inconsciente
Estoy preso de sus garras.
Como un río misterioso
Que a pasos se aproxima
Su amistad imaginada
Y en soledad de hallarme
Rendido al consuno tiempo
Llagas y hielos provocaran.
¡Qué es a usted a quien amo, ignorada!
Y no a otra, que su abeja rodada
Con aguijón roza y encandila
Y me atrapa con su zumbido de piedra
Hierve mi amor, por usted,
Si en ira florece por mi sangre
Entonces depuro el odio
Su luna de hembra y su instinto
Me quemo en su hoguera de agua
Con su ruido inefable me excito
Soy amante desbocado
Que en locura habito padeciendo
La fiebre de cupido en sus flechas
Ame pues a este cisne receloso
Que en triste afrenta
Muestra sus quebraduras.
Ate mis ojos, mutile mi alma
Si con ella puede curarse
En sospecha salve este amor
De lo terrible de su acoso.
¿A qué distancia usted me multiplica
El ansia de pecar y comer el fruto
De su fragancia
Pues usted se escapa y huye
Cuando a distancia de mis ojos
A un punto estoy de hacerla presa
¿Es el leve ruido de mi sombra
Lo que la espanta?
¿El murmullo de mi corazón
lo que a usted avisa?
Sólo en su cuerpo mi goce anida,
Paloma que al cuidar sus huevos
Con fiereza aleja al águila de su robo.
Yo sólo a usted la veo en sueños
Y profanamente la desnudo
Reconozco mi vuelo sin rama
Y el vicio al que soy proclive
En fragmentos me consumo.
Falaz ha de hallar mi confesura
De tal oportunismo mis quejas
En no saberme comprendido
Si habito su realidad o el espejismo
Pues la cordura me aleja
Y soy cada vez más
Animal atrapado en su abismo.
Cúreme pues de este vértigo
Cruel belleza a la cual me destina
Cobíjame en su vientre
Arrópame con sus alas
Sane a este pájaro en su embrujo
¿Es el ocio el mal que me aqueja?
Repelo de mis goznes
Giro en reversa vida hasta ajustarme
Al equilibrio de mis males letras.
Pereza donde he de dormir
Dentro de un témpano de aire
La luz del sol de sus ojos
Que ha de venir a derretir
La realidad que usted invade.
Luna cansada de su cuerpo
Mil menguantes de quejidos
El tiempo que en su trance
Algo oscuro va hallando
El nuevo origen de la sombra
Un dios profano en su criatura
Pueda luz de su sangre confundir
heridas con mis fisuras
De tal mal padezco
Que en deudar moro desde el huevo
Soy esta cáscara, este fruto ciego
Que el gusano existir duda y parasita
Y sólo busca en horadar esta pulpa
Que es amargura difunta con sus ecos.
Es la intriga, boca del pecado
Por donde ambos devorados
Sendas colas y cabezas
Nos comemos mutuamente
Así nuestro animal extraño
De inspiración se alimenta.
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