Don Homero Rojas
Tan ilíado, tan troyano, el virulento
El rapaund Don Rojas el retórico rutilante
Recoge el rico veneno con su guante esperanto
Reverbero de poeta del pleistoseno
Rara rareza reza el hombre
Del relámpago
Resiste rimbombante
La miseria del hambre
Rrojas, don Gonzalo del Verseo
Tan estentóreo
A rajatabla puteando con fenicias
Sobre el gramófono de los surfistas
Como su ruidoso simpsonete tan docto
Cuando se mama lo que se mama
Concha la muerte
Este díscolo de los infusos
Cortesano del templo
Mientras más viejo más lésbico
Descueren poetas parar tragarlos
De los propios herrores orrores se aprende.
1 comentario:
Aplaudo de pie la no-muerte de terrolirismo
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