Conciencia Animal

Tengo cientos de perros que me aman

Tal vez son miles

Me cansé de contarlos en el patio trasero de la casa

Para aquellos  que me dicen que esto es una jauría

Yo les digo, es un número adecuado de perros que me aman

Cuando comienzan con sus ladridos

No hay quien escape de escuchar sus recias voces

Ladran a un pájaro o al viento que remece las latas

En realidad los perros no hacen mucho

Al igual que yo descansan

Cada uno en su sitio sombrío

Se persiguen la cola, duermen plácidos, se revuelcan

En la tierra, toman aguas en sus cubetas con hojas

Cuando la noche llega, ellos entran en casa

Ocupan nuestras camas apoyando

Sus hermosas cabezas en las almohadas

Y somos nosostros, mi mujer e hijos

Los que entramos en los caniles

Y ocupamos sus estrechas casuchas

Y cuidamos la casa

Y esperamos que la mañana llegue

No soportaríamos que a nuestros pobres quiltros

les pasara algo.