Jaula
Marcelo Arancibia
Detuvo a mis pájaros en su encierro
La pintura blanca circundando el mosquitero
Mientras que por los barrotes asomaban sus picos rabiosos
Los poetas mudos, inválidos de lengua
ELLA cavó un túnel en mi cabeza
Extrajo tierra oscura de mi cerebro
YO arrastraba cadenas por pasadizos
Pero dentro de la jaula HABÍA vacío
Frente al ESPEJO con Gilles Deleuze
Me rasuraba el mentón frigio o frígido
Entonces abrí mis ojos de cerraduras
Y el hombre que estaba dentro ya no estaba
o era invisible como un ángel del Duino
No tenía alas, ni una maldita pluma pegada
A su cuerpo terrible.
¡Qué RIZOMA !–dijo ella-
Las mil mesetas…
Baudelaire, Baudelaire, siempre me
gustó Baudelaire…
El vino del asesino:
“¡Mi amada mujer ha muerto, soy libre!
Ahora puedo beber hasta saciarme”.
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