Dictadura del poetariado
Don Pistolón de Los Dedoscalientes
Utilizan el viejo ojo poético
Para discurrir el nudo intoxicado
Y someter al pobre lector a ninguneo
Cuando un rico vate llega al cielo
Por un puñado de versos
“Léame el manifiesto intrascendente”
“Por ocio es que escribo y embalsamo
palabras”
De esto no se sirve, se padece
de esta enfermedad mortal
Que se extingue cuando se agusanan
Por dentro las ideas
Decanta sobre la magia de hojas
Y alguien te devora- la rancia estética
Estira el versolibre hasta cortarlo
Y no hay por donde salvarse
de la dictadura del poetariado
Que practica con el ejemplo
De las once mil vergas
De la temporada en el infierno
De la resistencia en la tierra
tan en lo etéreo
Que uno se siente de veras
Como las reverendas trilces.
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