LII
Marcelo Arancibia
Qué he sacado con llenarme de palabras
De letras punzantes y apagadas
Se me ha pedido sangre de cualquier tipo
Y he volcado mi vena lírica a borbotones
Con la tinta que mancha al mundo
He dudado de todo menos de mí mismo
He disimulado con sigilo mi mal incurable:
La transfusión del lenguaje excesivo
La abertura de los ojos en la muerte literatosa
¿Qué ha suscitado la agonía de estas voces eternas?
¿Desde cuándo y hasta cuánto escribimos
A la manera de los muertos esenciales?
¿Qué se debe hacer a la hora del fantasma?
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