Acto poético

Don Aedín de La Cachampadura

Le pediría paciencia de santo, amadísimo lector
Esa musa tal por cual se aparece de repente
A veces uno anda con calenturas vividas
En duras cosas de escritura, sobre todo cuando
Se es funcionario de poesía de medio vuelo

No intento virginidad a esta altura del partido
Uno entiende que usted es de carne y hueso
Que requiere también cierta cuota de romanticismo
Un cariñito de creación, un pescozón surrealista
Lo cierto es que el poema se me achica
O se me agranda, según la emoción

Entonces me agarro los sesos y me los froto
Aunque a veces eso provoque
Que se me pare la inspiración
Se me note el bulto más allá de la razón
Y bajo el obligo intente salir airoso del entuerto

Uno persiste en escribir, pero se le cansa la mano
Y cuando esa puta aparece como si nada
Sólo quisiera que el prostíbulo ardiera
A veces cansa la imaginación y uno acaba primero

Porque uno es consciente de los orgasmos de su lector
Sobre todo cuando cierra la página
Y sonríe

O llora de frustración
Por la eyaculación nocturna del poeta precoz
En un acto poético fallido