Manifiesto
Entonces vine con mi terrolirismo y versos brutos
A
empapelar a chuchadas la muralla china
A remecer las ramas del árbol de la poesía chilensis
Donde pernotaban cuervos bostezando
Donde
roncaban los gorilas de los salmos viejos
Donde dormían las urracas parlanchinas
Donde
soñaban culebras venenosas
Donde colgaban frutos mordidos y pasmados
Donde
jadeaban los monos con navajas
Y pululaban nauseabundos los mosquitos tuertos
Entonces grite y aullé como el hueco Tarzán
En
medio de la selva lírica para aterrarlos
Y se enfadó el papión anciano de poto colorado
Y
se calentó el rubio loro de las plétoras y rulos
Y chillaron y me putearon las
brujas diosas de los pantanos
Entonces se dieron cuenta que estaban vivos
a pesar de los males habían despertado insignes y arrugados
Después
de la larga y dulce siesta de los lagartos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario