
El Celular
Marcelo Arancibia
Chile
Apretado al cinturón simbólico réplica exacta del desbarajuste
a que me lleva cerrar todas las llaves abiertas por el placer
de gastar más allá de ese don de migajas- número exacto
de la deuda que contraje- sin saber cavé mi propia tumba
me dejé llevar por la captadora aterciopelada que me habló
de los beneficios universales pero no de los costos del sepulcro
Y me aseguró la lengua y otras cosas que utilizo y a riesgo
De qué me chantó una deuda así en menos de lo que canta
Un gallo estaba en lista de morosos y me asaltó la voz de la pobre
Mujer bajo tortura dije que sí que aceptaba para que no me siguiera
manoseando entre las ondas electromagnéticas me habló tan rápido
que afirmé con la cabeza y ya no pude arrepentirme total le conviene
cazarse con nuestros servicios transnacionales para que su aparato huacho
respire despacito y usted me tenga a su lado y ubicadita al instante
Aquí estoy con mi cencerro entre una multitud de dedos ordeñando
A quien tenga ganas de lamer y hacerme sonar esta chicharra
Así que llámeme no más si quiere por que le juro que ahora
Les contesto de inmediato y le hablo hasta por los codos siempre
Que usted esté dispuesto a poner su cabeza sobre la guillotina
Ahora le dejo con mi jefe para le dé el responso final y pida
Su último deseo porque él es el verdugo y ésta es una grabación
-insisto-así que no me corte los tirantes y póngase la soga la cuello
La empresa lo felicita por habernos preferido y ahora
Puede hablar hasta que se canse y los minutos se le acaben
Y el celular se le vaya cortina por botarate y no me pueda llamar
Para ofrecerle mis dos tremendas tetas parlantes gratuitas
Para usted solo sin cobro revertido y si eso fuera poco negocio
le sugiero digitar los seiscientos sesenta seis números de la muerte.
(De " Insumos Básicos")
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